Cuando los arquitectos se alocan (en el buen sentido de la palabra)
Durante los años 90, el museo Gugemheim en Bilbao construido por Franck O. Gehry, se volvió famoso de la noche a la mañana pues cumplió todos los objetivos por los cuales se lo había construido llegando incluso más lejos que lo previsto.
Además de revitalizar un barrio que se encontraba totalmente abandonado y dar un nuevo impulso a toda la ciudad, se volvió tan famoso que se convirtió en el símbolo de la urbe para luego llegar a la consagración total cuando apareció en una película de James Bond. (por si acaso, soy un fanático de las películas de 007)
Fue así que nació el llamado: “efecto Bilbao” es decir el hecho de construir un edificio fuera de lo común en una ciudad puede afectar el futuro de toda la aglomeración urbana en su alrededor.
Este fue el punto de partida para que varias ciudades en el resto del mundo se lanzaran en esa brecha para poder ellas también aprovecharse del famoso efecto; con la respectiva alegría de nosotros los arquitectos, pues de la noche a la mañana el mundo entero comenzaba a interesarse en nuestro trabajo.
Je je jeee
En Corea, dos ciudades se lanzaron en la búsqueda del “efecto Bilbao” : Busan y Seúl. Así que si algún día se pasean por Seúl, es posible que pasen al lado de este edificio:
¡Del mar al sarten!
En uno de sus comics mas conocidos, Guy Delisle dice que en Asia un pescado ya no es considerado fresco cuando comienza a flotar cabeza abajo. Es una forma de decir que en Asia el pescado es considerado fresco siempre y cuando esté vivo justo antes de ser preparado.
Aunque no parezca gran cosa pero en Corea la cosa se toma muy en serio, y la mejor manera de darse cuenta hasta que punto es visitando uno de los tantos mercados de pescado que hay en ese país.
Noryangjin es el nombre del mercado de pescado de Seúl, famoso por la cantidad de habitantes del mar que se pueden comprar en su interior y eso a pessar de que se halla en un edificio de tipo “Blade Runner” que no es de lo mas acogedor, mas que todo si es la primera vez que se lo visita.
Dense cuenta nada mas del camino que lleva hacia la entrada del mercado.
Viaje al filo del precipicio.
La llamada “DMZ” o zona desmilitarizada, es un área longitudinal de 4km de ancho, 2km de cada lado de la frontera, impuesta a Corea del Norte y Corea del Sur en 1953 después de la firma del acuerdo de alto el fuego que terminó la guerra de Corea, pero al mismo tiempo transformó a este lugar en el mas tenso y surrealista de nuestro querido planeta tierra.
La “DMZ” se puede visitar mediante un tour saliendo desde Seúl, pues la frontera con el Norte se encuentra a solo 70km de distancia de la capital.
Desde el inicio del recorrido, se siente la tensión en el aire, a lo largo de toda la utopista que va hacia la zona, se ven por todo lado alambres de púas y garitas de vigilia. Dicho sea de paso, para mostrar de forma clara lo que se va a visitar la primera etapa de la visita es un monumento a los muertos durante la guerra de Corea.
Pasearse en el país del amanecer tranquilo.
Antes de llegar A Corea del Sur, entre todas las cosas que había leído sobre ese país, encontré en uno de tantos párrafos, un detalle que a primera vista no tenía nada de especial:
“El deporte número uno en Corea, es la caminata (o hiking)”
Luego de leerlo, continué con mi lectura sin dar mayor importancia a ese detalle.
¡Ya llegaron los robots!
Una de las tantas cosas que me impresionaron del Japon, son las máquinas de venta. Las hay para todos los gustos y de todos los sabores. Desde las más clásicas, es decir las que venden cigarrillos, periódicos o bebidas.