La subasta de los melones en Tokyo
Como evitarse una mala noche.
La subasta del atún en el mercado de Tsukiji, es la experiencia que todo turista experimentado hace (o por lo menos intenta hacer…) al llegar a Tokio.
No es para más; la mentada subasta comienza a las 5:30 de la mañana, pero solo hay 120 puestos para asistir a ella.
Para poder aumentar las probabilidades de obtener uno de esos cupos, se debe llegar a la fila a las 3:00 de la mañana, luego esperar una hora hasta cuando se entregan los turnos y luego una hora más hasta el comienzo de la subasta, que dura en promedio ……25 minutos.
Se entiende porqué la gente que la ha visto guarda ese recuerdo como una medalla al sacrificio por el oficio de ser turista.
Sin embargo para evitar todo ese ajetreo, se puede simplemente optar por ver otro tipo de subasta: la de los melones ¡Y no es mentira! En el Japón se venera la perfección y con el melón se ha llegado hasta los límites de lo que este adjetivo significa, se subastan frutas que pueden llegar hasta los 100 euros cada una.
La subasta tiene lugar en el mismo mercado de Tsukiji, pero…… a las 9:15 de la mañana, lo que limita bastante la amanecida para los que les gusta dormir.
Una vez ahí solo basta ubicarse estratégicamente para ver la llegada de los primeros compradores.
Durante la venta, el director utiliza grandes gestos acompañados de gritos codificados para dialogar con los compradores. Estos en cambio utilizan un lenguaje de señas con las manos para ofertar o retirarse.
Una vez que se termina la venta, los melones son identificados y enviados a los almacenes mas exclusivos de Tokio.
Como por ejemplo esta sección de frutas que encontré en un almacén de la zona de Shibuya.
Para darles una idea del precio, los melones de la primera fila en la parte baja cuestan : 6480 ¥, 7560 ¥ y 8640 ¥ respectivamente. (entre 60 a 90 euros…cada uno)
¡Una experiencia inolvidable! Se los aseguro.
La subasta se encuentra al fondo de la sección de frutas y verduras, solo busquen la tribuna metálica, fácilmente reconocible por los melones expuestos en sus cercanías y además porque es la única en todo el mercado. (a parte de la de la subasta del atún, claro)